Hace ya tiempo os propuse una tarta con unos caramelos muy madrileños : Las violetas. Esta vez os propongo una receta que nos hará recordar a todos nuestra infancia, los caramelos de Draculín o Vampiro, esos que eran geniales porque nos ponían la lengua roja y además costaban a peseta, yo recuerdo que compraba 3 por un duro, ¡madre mia! anda que no ha llovido desde entonces. Es una tarta a mi parecer genial y creo que a los peques de ahora les volverá locos, al igual que lo hiciera con nosotros.
* INGREDIENTES (12 raciones)
- 600 Ml Nata para montar
- 250 Gr. Queso untar (1 tarrina)
- 1/2 paquete de galletas tipo María
- 11 láminas de gelatina neutra
- 400 Gr. Caramelos de draculín
- 70 Gr. Mantequilla
- 1/2 vaso de leche
- 300 Ml. Agua
*PREPARACION
- Lo primero que haremos será preparar la base de nuestra tarta, para ello tenemos que machacar muy bien las galletas hasta reducirlas prácticamente a polvo y a continuación añadir la mantequilla en pomada. Removemos bien y cuando tengamos una masa con textura granulada lo volcamos en un molde desmontable, aplastamos bien con un tenedor para que quede compacto y metemos en la nevera.
- Ponemos 8 hojas de gelatina en remojo, mientras se hinchan, trituramos 200 gr de caramelos hasta reducirlos a polvo y reservamos. Cuando las láminas de gelatina se hinchen las retiramos del agua y las secamos.
- Ponemos en un cazo la leche y cuando eche a hervir añadimos la gelatina sin dejar de remover hasta que vuelva a cocer. En ese momento, añadimos la nata, el queso y el polvo de caramelos, seguimos removiendo para que los polvos de caramelo no se junten y formen grumos. Cuando tengamos una masa homogénea, añadimos al molde que teníamos preparado con la base de galletas, dejamos enfriar un poco y metemos en la nevera.
- Mientras se nos enfria la mezcla que hemos preparado anteriormente, ponemos en un cazo el agua y los caramelos restantes (molidos), vamos removiendo poco a poco hasta que se disuelvan por completo en el agua. Una vez disueltos todos los caramelos añadimos 3 hojas de gelatina, removemos y dejamos enfriar.
- Por último, echamos por encima la gelatina, ayudándonos de una cuchara, ya que si la echamos de golpe romperemos la mousse.
- Volvemos a meter en la nevera y dejamos reposar de un día para otro.
Podemos adornar con un poco de polvo de caramelo por encima, que es como esta vez la he adornado yo.
¡MANOS A LA OBRA!
¿Quién dijo que cocinar fuera difícil?, Aquellos que no sepais cocinar, que la cocina os parezca un caso perdido,aquellos a los que no os guste meteros en ese habitáculo llamado cocina, o simplemente aquellos que querias aprender cosas nuevas, os propongo que os pongais manos a la obra conmigo y os cargueis todos esos mitos malos que teneis sobre la cocina, que cocineis y lo más importante que disfruteis haciéndolo.
Es un reto, vosotros los que estaís ahí detrás aprendereís a cocinar y yo me retaré a hacer platos fáciles, ricos e innovadores y sobre todo a aprender con vosotros.
¿Quién dijo miedo?
Es un reto, vosotros los que estaís ahí detrás aprendereís a cocinar y yo me retaré a hacer platos fáciles, ricos e innovadores y sobre todo a aprender con vosotros.
¿Quién dijo miedo?
esta me serviria para Halloween!!
ResponderEliminarPues sí, le quitas el caramelo de encima y el color es muy muy sangriento. jajaja. La adornas con unos dientes de vampiro y ya es terrorífica.
ResponderEliminarEste halloween tengo que probar a hacer algo, nunca he investigado por estos mundos.